Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2020

Orcus

Imagen
Para tratarse de un miembro de la especie de los andrinnos, Orcus es un tipo bastante mojigato. Puede que su aspecto físico ofrezca una apariencia de ferocidad, pero se trata de un personaje con peculiaridades que le convierten en alguien mucho más complejo que cualquier otro integrante de su raza. Atormentado por el rechazo que suscita, tanto en humanos como entre las gentes de su propia comunidad, es una persona acomplejada y tímida. Su pasado esconde secretos y su alma alberga ciertos temores y pesares. Fue rechazado por su tribu, quien le consideraba indigno y poco apto para esgrimir las hachas de guerra, los manguales y las cimitarras andrinnas. Pero lo cierto es que no carece, en realidad, de destreza a la hora de empuñar todas esas armas. Los prejuicios de sus congéneres hicieron que fuera apartado de manera injusta de la comunidad a la que pertenecía. No obstante, el jefe de su tribu pudo ver más allá de esa terquedad y le encomendó una misión que, a su juicio, se ajustaba a la

Ishtar

Imagen
Se trata de una de las divinidades más temidas y a un tiempo adoradas de Anaroth. Representa los poderes de la naturaleza en su faceta más hostil. No obstante, se tiene la creencia de que los dones de esta deidad escenifican también el aspecto más fastuoso del planeta. Su esencia impregna los vergeles que arraigan allí donde casi nada puede hacerlo. Esos oasis se extienden sobre vastos terrenos de los desiertos radastinos. Son como islas de verdor que proliferan en mitad de los interminables yermos. Se trata de lugares preñados de peligro, horrores y una fuerza arrolladora que lo impregna todo. Amén de los adeptos que profesan la religión de Ishtar, esta diosa cuenta con una fiel servidumbre que la cuida en todo momento. Los hijos de Ishtar; sus siervos leales, existen sólo para velar por el bien de su señora y ya no tienen otra cosa en mente. En realid ad, sus cerebros ya no pueden albergar otro pensamiento  que no sea complacerla. Cuando Ishtar se halla satisfecha y la abundancia rie

Yeztel

Imagen
El fanatismo de este sacerdote, que promulga la religión de Ishtar, ha calado en lo profundo de la sociedad ishtapuriana. Hasta tal punto que la ciudad donde la predica llegó a cambiar de nombre para rendir homenaje a la diosa. Buena parte de su población hace tiempo que se plegó al culto de dicha deidad, cuyo portavoz más destacado es sin duda Yeztel. Con sus promesas de paraísos, y el terror que infunde a quienes osen dar la espalda al culto de esta divinidad, e ste ministro de la fe ha logrado adoctrinar a más personas que todos sus antecesores juntos. En Ishtapual, muchos le veneran como a un salvador y guía espiritual. Sin embargo, no son pocos quienes le temen e incluso aquellos que le tienen un odio exacerbado. Al tiempo que ha conseguido cosechar la lealtad de un sector de la ciudadanía, también se ha granjeado la antipatía de otros muchos. Es un hombre temperamental, una mole de músculos desarrollados que a menudo se deja arrastrar por su afán de liderazgo. Sus arranques de ir

John Wilde

Imagen
Ni siquiera se tiene constancia del nombre real de este trotamundos. No existe partida alguna de nacimiento que atestigüe su alumbramiento en tierras thengilianas, ni su identidad está recogida en alguno de los censos de población de la república. Se descarta, por tanto, que haya formado parte de alguna familia de clase media o alta de las que residen por esos lares. Incluso de haber nacido en uno de los suburbios infestados de ratas o en alguna alquería de los alrededores de la capital, se debería tener algún tipo de registro acerca de él. Hasta el ciudadano más insignificante de los pueblos libres de Thengil figura en alguna clase de documento gubernamental; aunque sea sólo tras haber sido fichado por la guardia urbana o los alguaciles regionales. Aquellos que alguna vez establecieron contacto con el misterioso vagabundo, aseguran que se lo encontraron mientras merodeaba por fincas particulares, lo más probable con intenciones nada honestas. Existen testimonios que aseguran que, dura

Nargorath

Imagen
Personaje siniestro que se dirige a los demás con gelidez y mordacidad. Su aspecto resulta nauseabundo en sumo grado. Al menos, así lo es en condiciones desfavorables, cuando no tiene el sustento que necesita al alcance de su mano. En esas circunstancias, su epidermis adquiere una tonalidad enfermiza y desprende un hedor pestilente. El rostro y las manos se le llenan de yagas y pústulas supurantes. Los cabellos se le tornan canos y su apariencia es la de un hombre achacoso que está más allá de la vejez. No obstante, en ocasiones, y si las circunstancias lo permiten, puede regenerar su organismo y restablecer el tejido de su piel. Asimismo, los ropajes y la capucha en que siempre va envuelto se renuevan como si formasen parte de su anatomía. Es un tipo desconcertante, que muestra una empatía nula hacia quienes le rodean y que lucha sólo por los intereses de su propia estirpe. Se mueve siempre por el más puro pragmatismo, sin permitir que cualquier rastro de sentimiento humano le nuble l

Trisquel

Imagen
Creció entre los peligros que reinan en la ciudad más sórdida de todo Anaroth. En semejante nido de rufianes, estafadores y proxenetas, la muchacha aprendió a desenvolverse y tirar adelante. La capital de Thengil es uno de los lugares más hostiles que se pueda uno imaginar; el entorno ideal para que la gente de la peor calaña medre. Pero Trisquel, que se crió a la sombra de un escenario tan poco hospitalario, pronto adquirió las habilidades necesarias para sobrevivir. A sus veinte años ya es una avezada urbanita, capaz de enfrentar a las bandas de maleantes más peligrosas de la ciudad. Su agilidad y talante escurridizo, así como la puntería de la que goza a la hora de manejar su honda, la convierten en un rival que tal vez sea mejor eludir. No obstante, su sueño es abandonar esa vida de miseria y conocer mundo, dejar atrás aquel agujero preñado de corrupción y labrarse un futuro alejado de la prostitución, el hambre y la decadencia que reinan en Thengil. Es valiente y atrevida, pero al

El Bosque de los Lamentos

Imagen
La frontera este de los territorios radastinos, allí donde tal conglomerado de naciones linda con  Las tierras salvajes ,  es el escenario donde se despliegan las frondas más siniestras de todo Anaroth. Se trata de una masa boscosa que se extiende a lo largo de una franja que abarca, de norte a sur, más de trescientos kilómetros. En el seno de semejante floresta arraigan las fuerzas sobrenaturales más oscuras; a veces disfrazadas de criaturas bellas que son capaces de seducir a los incautos viajeros. Entre tan formidables abominaciones puede encontrarse tanto a seres de naturaleza tangible como a entidades de otros planos de la existencia; espíritus anclados al mundo terrenal por el lastre de sus tormentos. Los plañideros murmullos, que brotan de entre las piedras amortajadas por el musgo y la bruma, fueron lo que suscitó el nombre de tan terrorífico lugar. En algunas zonas, la densidad del follaje es tal que la luz diurna apenas logra traspasar la verde techumbre. De este modo, hay lu

Ishtapual

Imagen
    De entre todas las ciudades del  Imperio del sol ; potencia hegemónica que asentaba sus pilares en la zona oriental de  Radastar , quizás la más esplendorosa fuese aquella que se encontraba más al norte. La civilización radastina fue un nexo de varias culturas; un campo fértil donde arraigaron diversos estilos de sociedades. Meced a ello, la zona experimentó influencias de varias corrientes religiosas a lo largo de su existencia.  Pero el paradigma de dicha mezcolanza lo representó sin duda Ishtapual. Se trataba de una urbe que hundía los cimientos de sus hogares al oeste de  El bosque de los lamentos , y en cuyo seno se profesaban dos tipos de religión. El culto al sol era la más antigua de ellas, mientras que la veneración a la diosa Ishtar se implantó con la llegada de sacerdotes provenientes del centro de Radastar. Con esta religión llegaron algunos ritos sangrientos y un fanatismo inusitado. El culto a Ishtar desplazó en muchos casos a la religión más vieja, provocando, con el

Radastar

Imagen
  Radastar es una región de Anaroth que abarca vastos territorios de la zona occidental. Aglutina en su seno más de una nación; dado que está integrada por diversos estados. Gran parte de la zona está dominada por un declinante imperio. Aunque en un principio dicha potencia rendía culto a una deidad solar, con el tiempo se vio influenciada por otra religión más sangrienta que provino de territorios del oeste. La principal raza que puebla estos países es la radastina; gentes de gran altura y fortaleza física, cuya tonalidad de piel varía desde el anaranjado hasta el moreno oliváceo, y de cabellos por lo general largos y pelirrojos que amarillean con la edad. Se trata de personas temperamentales que, no obstante, se muestran por lo común poco belicosas. En otros tiempos gozaron de grandes avances tecnológicos; en el pasado el pueblo radastino contó con ingenieros de brillante intelecto. No obstante, el paso de los siglos hizo caer en el olvido la mayor parte de esos logros y anquilosó en

Grúninder

Imagen
Sierpe voladora es el término coloquial por el cual se conoce, en Anaroth, a dos tipos de criaturas que habitan algunas zonas de ese mundo. Existen dos clases principales: los dragones y los guivernos. Ambos están emparentados hasta el punto de que pueden haber surgido de una misma camada. Por lo tanto, no se trata de especies diferentes, sino que los primeros son sierpes que han nacido con una peculiaridad que las distingue de sus hermanas: poseen cuatro patas en lugar de las dos traseras que tienen los guivernos. Estos últimos tienen unidas las anteriores a las propias alas membranosas.   Los dragones son raros de encontrar en Anaroth; apenas podemos hallar unas pocas decenas en tierras septentrionales del hemisferio occidental. Su naturaleza indómita y el alto grado de agresividad que los caracteriza hace de ellos un ser peligroso en sumo grado. Asimismo, lo formidable de su tamaño, aunado al hecho de que son capaces de volar largas distancias y escupir llamaradas de fuego, los tran