El Bosque de los Lamentos
La frontera este de los territorios radastinos, allí donde tal conglomerado de naciones linda con Las tierras salvajes, es el escenario donde se despliegan las frondas más siniestras de todo Anaroth. Se trata de una masa boscosa que se extiende a lo largo de una franja que abarca, de norte a sur, más de trescientos kilómetros. En el seno de semejante floresta arraigan las fuerzas sobrenaturales más oscuras; a veces disfrazadas de criaturas bellas que son capaces de seducir a los incautos viajeros. Entre tan formidables abominaciones puede encontrarse tanto a seres de naturaleza tangible como a entidades de otros planos de la existencia; espíritus anclados al mundo terrenal por el lastre de sus tormentos. Los plañideros murmullos, que brotan de entre las piedras amortajadas por el musgo y la bruma, fueron lo que suscitó el nombre de tan terrorífico lugar. En algunas zonas, la densidad del follaje es tal que la luz diurna apenas logra traspasar la verde techumbre. De este modo, hay lugares del bosque que permanecen sumidos en las tinieblas de forma perenne.
Aquel que ose hollar con su bota el milenario barro ha de cuidarse en especial de las ánimas que habitan en las charcas y los riachuelos. Estos seres pueden apoderarse de la voluntad de todo aquel barón que las mire a los ojos o escuche su canto. Y la tentación de caer perdido bajo su influjo es casi irresistible. Sin embargo, no son el único peligro que habrá de enfrentarse una vez en el seno de tan espantoso lugar. Incluso la propia floresta alberga secretos en sus vetustos tallos y raíces. Y también resulta fácil perderse entre las engañosas trochas que surcan el interior de la fronda. Se conocen historias de personas que penetraron en el lugar y cuyo rastro se perdió para siempre.
Para conocer más acerca del mundo de Anaroth, la novela Los archivos del génesis ya se encuentra disponible en Amazon, tanto en su versión digital como en formato físico. Si clicas sobre el título de la obra podrás acceder a la plataforma donde está a la venta.
Comentarios
Publicar un comentario